Prevención es crucial para evitar el cáncer de colon

Consumo de carnes rojas (especialmente las procesadas) afecta negativamente la salud intestinal, dijo al docente de la Escuela de Enfermería de la UTalca, Claudia Amigo. Directora de Nutrición y Dietética Ángela Sánchez recalcó que se debe reducir su consumo a una o dos veces por semana.

Resaltar la necesidad de prevenir el cáncer de colon es el objetivo de la jornada que se conmemora cada 31 de marzo a nivel mundial, ya que se trata del tercer cáncer más común en el planeta. Claudia Amigo, docente de la Escuela de Enfermería UTalcaexplicó que “es una neoplasia maligna que afecta al intestino grueso. Las cifras indican que es el tercero más común en el mundo. A nivel país, es la segunda causa de cáncer en hombres y mujeres, solo sobrepasado por el de próstata y mama, respectivamente”, según indica la plataforma de estadísticas sobre cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Globocan (2020).

La académica agregó que en Chile los nuevos diagnósticos superaron los 54 mil 200 casos (2020), mientras que el número de fallecidos por esta causa fue de más de 28 mil 500 casos ese mismo año. Asimismo, detalló que -según el Ministerio de Salud- se da principalmente en mayores de 50 años, con cifras más altas entre los 65 y 85 años.

Consultada al respecto, dijo que hay “factores de riesgo que predisponen a sufrirlo, como la edad (que mencionamos recién) y la alimentación, específicamente cuando se consume una dieta baja en fibra, baja en verduras, con muchas carnes rojas procesadas. Especialmente las que se compran envasadas y previamente aliñadas, traen nitritos y nitratos (precursores del cáncer), que hacen muy mal al sistema digestivo, dañando la flora comensal. Si esto se suma a un componente genético o hereditario, o a enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, ambas autoinmunes, hacen a una persona más propensa a padecer cáncer de colon”.

Otro factor de riesgo son las lesiones precursoras o pólipos, “que van creciendo en la mucosa intestinal y se consideran precursores del cáncer de colon, por lo que siempre se debe hacer biopsia, estudios y eliminar mediante colonoscopía”.

A pesar de todo lo anterior, esta enfermedad se puede prevenir, dijo. “Quienes tienen antecedentes genéticos o con parientes que han sufrido la enfermedad, deben chequearse con el médico habitualmente y realizarse exámenes de detección temprana, como la colonoscopía. Y mantener una dieta saludable: comer más verduras, más frutas, hacer ejercicio o caminar 20 o 30 minutos diarios”.

La docente recalcó que todos estos elementos o acciones de prevención deben hacerse en conjunto con la familia o con la red de apoyo con que cuenta la persona, ya que -dijo- “es la única manera de mantener hábitos saludables”.

DIETA SALUDABLE

La directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, Ángela Sánchez, complementó recordando que el cáncer de colon “se asocia a la obesidad abdominal, el consumo de alcohol, tabaco, sedentarismo y la exposición a mutágenos derivados de la alimentación. La dieta es un determinante conocido de la salud y, como modificador de la microbiota intestinal y su metabolismo, es un elemento crítico en el mantenimiento de la salud intestinal”.

“Diversos estudios han documentado una correlación entre el aumento de la incidencia de cáncer de colon con un alto consumo de carnes rojas (vacuno, cordero, cerdo y viseras), carnes procesadas (embutidos) y ahumadas, por lo que se aconseja su consumo solo una o dos veces a la semana”, precisó.

Otros alimentos dañinos -dijo la académica- son las “azucares, harinas refinadas como pan blanco y productos de pastelería y alimentos sometidos a altas temperatura, como son las frituras, y -por el contrario- bajo consumo de fibra dietética… Éstos generan diversos compuestos tóxicos para la microbiota intestinal alterando su composición, favoreciendo la inflamación y la transformación maligna de las células epiteliales del colon, promoviendo la carcinogénesis colónica”.

Sánchez agregó que -al contrario- “diversos estudios han observados reducciones significativas en la aparición del cáncer de colon manteniendo una dieta baja en carnes rojas y procesadas, alta en fibra dietética (cereales integrales, frutas, verduras), ácidos grasos omega 3 (pescado, frutos secos) y aceites vegetales (canola, soya, linaza)… ya que reducen el tiempo de tránsito intestinal lo que hace que las toxinas cancerígenas estén menos tiempo y en menor concentración en contacto con el tejido del colon”.

Existen además otros alimentos “con componentes bioactivos que ejercen efecto quimio protector y actividad antioxidante, los que han demostrado contrarrestar a los compuestos que promueven el cáncer. Entre ellos están los polifenoles presentes en cacao o chocolate con alto nivel de pureza, aceite de oliva, legumbres y granos enteros, ajo, coliflor, espárragos, cebollas, tomates, berenjenas, pimientos, frutos secos, berries, maqui, té verde y negro; los carotenoides de zanahorias, huevo, tomate, naranja, salmón y lácteos en general”, detalló.

Además están los “folatos presentes en verduras de hoja verde, legumbres y frutas cítricas; la cúrcuma, que induce la detención del ciclo celular y la apoptosis en varios tipos de cáncer como es el cáncer de colon”.