Los expertos han anunciado para esta semana temperaturas extremas de hasta 37 grados y sobre 40° durante lo que resta del verano en la zona central de Chile. En ese contexto, la directora de la Escuela de Enfermería de la UTalca Minerva Astudillo Olivares, explicó que los problemas a los que poner atención y que se pueden presentar en las personas son la insolación, “trastorno que se produce a causa de la exposición directa al sol por tiempo prolongado, y el golpe de calor, que aparece cuando el organismo permanece a una temperatura alta mucho tiempo, exposición prolongada a olas de calor o por esfuerzos físicos intensos con altas temperaturas en el ambiente. Constituye una urgencia médica y se debe tratar rápidamente para evitar complicaciones”.

La académica de la Facultad de Ciencias de la Salud agregó que “el aspecto común de ambos trastornos es la incapacidad del organismo para adaptarse a temperaturas más altas, es decir, cuando no es capaz de compensar toda la energía calórica que recibe para evitar que el cuerpo se sobrecaliente, por lo tanto, es una falla aguda de la termorregulación”.

Se caracteriza –detalló- por el aumento de la temperatura corporal sobre 40°, con alteración de conciencia; aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, piel caliente y sudorosa (mecanismo de regulación del organismo para disipar el calor) o seca y enrojecida; cansancio, debilidad, mareos, desmayos, dolor de estómago, náuseas o vómitos, dolor de cabeza, desorientación o delirio, “incluso se puede llegar al coma y a la muerte si no es tratada”.

Astudillo precisó que existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir un golpe de calor. “La edad, ya que los extremos de la vida, personas mayores por el desgaste de sus sistemas y niños, especialmente menores de 1 año por la inmadurez de los mecanismos adaptativos, son más vulnerables”.

Las personas con enfermedades crónicas, que toman medicamentos que aumentan las pérdidas de líquidos, por ejemplo, diuréticos, o personas con enfermedades cardiacas y pulmonares, también corren más riesgo frente a las olas de calor, señaló la docente.

Antes los síntomas antes descritos, hay que “mover, enfriar e hidratar: mover a un lugar fresco y con sombra, enfriar con paños húmedos e hidratar con líquidos fríos, pero no usar hielo”, recalcó.

RECOMENDACIONES GENERALES
• Evitar la exposición a temperaturas altas, por ejemplo, durante olas de calor
• Limitar actividades durante días calurosos, o realizarlas temprano
• Evitar exposición durante horas de mayor calor de 10.00 a 18.00 horas
• Aplicar bloqueadores solares cada 2 horas y si va a la piscina cada 30 minutos
• Evitar la deshidratación, bebiendo frecuentemente durante el día líquidos frescos, evitar líquidos muy calientes, muy fríos o muy azucarados.
• Evitar bebidas con cafeína y alcohólicas
• Usar ropa holgada, liviana y de colores claros, de algodón preferentemente
• Baños frecuentes con agua templada, no hacerlo con agua muy fría.
• Mantenerse a la sombra y en lugares ventilados y con aire acondicionado
• No realizar ejercicio cuando la temperatura sea mayor a 30 o 32°C.

EN NIÑOS
• Amamantar frecuentemente a lactantes para evitar deshidratación
• Mantener con ropa holgada y fresca, especialmente telas que permitan la transpiración (algodón)
• Ofrecer frecuentemente líquidos, los menores suelen olvidarse de beber líquidos.

PERSONAS MAYORES
• Ofrecer líquidos frescos a beber, las personas mayores muchas veces no sienten sed
• Considerar que muchos tienen enfermedades crónicas y potencialmente pueden sufrir eventos cardiovasculares
• Si aparecen síntomas acudir de inmediato a un servicio de urgencia
• Evitar comidas pesadas (grasas), ofrecer verduras.
• Cubrirles del sol -si es que deben salir- con sombrero y lentes.