Diversas agrupaciones de la comunidad talquina participaron en proyectos de estudiantes de 2° año de la Escuela de Kinesiología, en el contexto del módulo Intervención Comunitaria, donde los/as alumnos/as realizaron un diagnóstico de las necesidades en salud de cada una.

La docente a cargo, profesora Viviana Estrada Castro explicó que esta actividad “se hace cada año y es producto del curso asociado a educación en salud en comunidades. Parte con un diagnóstico de necesidades de educación en salud, para mostrar qué se puede mejorar. Lo especial es que las propias comunidades indican sus intereses”.

Por ejemplo -agregó- “la agrupación de personas ciegas quiere un buen trato en la calle, o las personas del Programa de Reparación y Atención en Salud (PRAIS), hablaron sobre bienestar y deseaban educación sobre hierbas medicinales”.

Otro grupo incluido en el trabajo de los estudiantes, fue el formado por alumnos/as de 1er y 2° año Básico de la Escuela Prosperidad, donde los mismos niños se mostraron interesados en obtener información sobre “alimentación, higiene (principalmente dental), uso de pantallas y sedentarismo, por lo que en este último punto los estudiantes hicieron programas sobre ejercicio físico para ellos”, dijo Estrada.

Por otra parte, la docente de la Facultad de Ciencias de la Salud, indicó que “la educación en salud busca generar cambios de conducta, pero generando habilidades. Por ejemplo, en el caso del PRAIS, también se consultó por alteración del sueño y ejercicio físico, como una solución a lo primero”.

En total se trabajó con 10 grupos de la comunidad en general, como “las voluntarias de apoyo espiritual del Hospital Regional, las que quisieron conocer aspectos técnicos del cuidado, como higiene de manos y uso de material de protección personal; también se hizo un importante trabajo intergeneracional con personas mayores y sus necesidades, porque -hay que recalcar- es la comunidad la que decide, no los estudiantes, por lo que es un trabajo colaborativo”, resaltó Estrada.