Dirigentas sociales de Talca y estudiantes de 2° año de la escuela de Kinesiología UTalca, entregaron una obra textil al Departamento de Salud Pública, creada en el contexto del módulo Intervención Comunitaria I.

La docente a cargo, Viviana Estrada, explicó que el ramo busca realizar educación para la salud, haciendo un diagnóstico participativo con distintas comunidades. “Particularmente este año, hemos definido el arte como estrategia de trabajo. Entonces este grupo de estudiantes realizó su actividad con un grupo de líderes comunitarias y plasmaron en esta obra qué significa ser líder o dirigente, tanto en lo personal como en lo social, y cuáles son los desafíos que tiene una líder con la comunidad”, detalló.

La académica de la Facultad de Ciencias de la Salud, añadió que decidieron regalarlo al Departamento de Salud Pública, “porque los conceptos que allí aparecen están absolutamente asociados a las políticas públicas de nuestro país”.

TEMAS DE PREOCUPACIÓN
Contaminación e individualismo son algunos de los temas que preocupan a las mujeres del grupo y que bordaron en la obra junto a los jóvenes. Beatriz Salas, dirigente de Derechos Humanos de la Población Independencia, explicó que ha trabajado en años anteriores con los estudiantes de la carrera en la misma villa, por lo que los docentes la contactaron para participar nuevamente.

“Hablé con dirigentas de otras agrupaciones (JJVV La Florida) para que participaran y logramos juntarnos para realizar este trabajo”, señaló, agregando que “hicimos un diagnóstico de las dificultades sociales que estamos viviendo, y una de ellas es la necesidad de participación y de que la sociedad se reencuentre”.

Salas recalcó que “todas somos mayores de 60 años y sentimos que cuando éramos jóvenes la comunidad era distinta. Las personas se integraban y había más camaradería, compañerismo, solidaridad. Creo que son valores sociales importantes que se han perdido y quisimos plasmar esto en este lienzo”.

Con respecto a la salud, la dirigente explicó que “el hecho de reunirnos para bordar ya fue terapéutico… Quisimos representar un huerto comunitario, para una mejor alimentación, para mantener el movimiento y el trabajo en conjunto, para reunirse, conversar, reírse; creemos que todo esto es saludable”.

Consultada al respecto, detalló que también bordaron un monocultivo, porque creen que “ha dañado a la población, sobre todo a las comunidades rurales que se han visto encerradas por estas plantaciones, que terminan incendiándose con el cambio climático y le van quitando terreno al trabajo campesino”.

Respecto a la labor de los estudiantes, Beatriz Salas se mostró muy contenta. “Fue muy importante compartir con ellos, que se integraran a nuestro trabajo y conocieran nuestra experiencia de vida, como mujeres, dirigentes y transformadoras de nuestras comunidades”.

EL REGALO
La directora del Salud Pública, Erika Retamal, se mostró feliz con el regalo e impactada por la calidad del trabajo. “Creo que responde a las necesidades de la comunidad, también de hacernos cargos como universidad pública desde la responsabilidad social que nos compete, de estar con la comunidad del Maule, que muchas veces nos echa de menos y anhela mayor presencia de la Universidad dentro del territorio, lo que creo es fundamental para el bienestar de la población”.

“Nos hace mucho sentido este tipo de vinculación que tiene Kinesiología, mediante los módulos de intervención comunitaria, de relacionarse con el territorio. Es primordial para que nuestros estudiantes se identifiquen con estas necesidades y la responsabilidad que les compete como futuros profesionales de la salud”.

Con respecto a los temas incorporados por las dirigentes y los estudiantes en la obra, se mostró sorprendida, “porque a veces desde la academia creemos que no están conscientes del problema de la sustentabilidad que tenemos, sin embargo, sí lo hacen. Creo que este es un mensaje de que tenemos que salir más al territorio y vincularnos más, hacernos cargo de los problemas de la comunidad y del crecimiento de nuestros estudiantes”.