Roncar no es normal: afecta el desarrollo de los niños y calidad de vida de los adultos

09 OCTUBRE 2024.- Condición está hace pocos años en estudio. Afecta la oxigenación del cuerpo (crecimiento y aprendizaje en el caso de los pequeños) y la calidad de vida en los mayores. Se presenta principalmente a varones, pero hay otros factores de riesgo como la obesidad y la edad.

 

Roncar mientras se duerme no es normal. Este es uno de los mensajes objetivos del seminario online organizado por el Departamento de Ciencias de la Fonoaudiología de la UTalca, “Abordaje interdisciplinario del Síndrome Apnea e Hipopnea obstructiva del sueño (Sahos)”, ocasión en que se mostrará qué es esta patología.

“Es una condición que muchas veces puede estar subdiagnosticada. Las personas piensan que roncar es normal, pero puede generar efectos en la calidad de vida, en el aprendizaje, crecimiento y desarrollo de los niños y en la vida diaria de los adultos”, dijo la docente de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS), Orietta San Martín Rubilar.

La evaluación, abordaje y tratamiento es multidisciplinario –dijo- “por lo tanto queremos visibilizar esta patología y mostrar que el tratamiento no depende de una sola especialidad, sino que se complementan”.

La motricidad orofacial es una de las áreas que participan en el abordaje de esta condición, por lo tanto, “como especialista quise organizar esta instancia, abierta y gratuita, con importantes profesionales del área, para que tanto las personas en general como profesionales puedan aprender cómo es posible trabajar en equipo. Tanto la fonoaudiología orofacial, la medicina otorrino y la odontología pueden colaborar en el abordaje de esta patología”.

Según San Martín, la diferencia entre apnea e hipopnea es que la primera es la obstrucción total de la vía aérea, que puede producirse durante el sueño, “mientras duerme, por lo tanto la persona no se da cuenta. Puede ser total, pero transitoria, es decir, el afectado deja de respirar por algunos segundos. Y la hipopnea es la reducción del flujo de aire que la persona logra ingresar a los pulmones durante el sueño”.

Por lo tanto, agregó la profesional, “la apnea es una disminución total del aire y la hipopnea, parcial. Pese a que la persona no se da cuenta, porque está dormida, el cuerpo sufre las consecuencias de esta dificultad de oxigenación durante el sueño”.

PREVALENCIA
Hay pocas cifras sobre afectados/as a nivel nacional, dijo San Martín, “pues es una condición que se está empezando a visibilizar, pero es más frecuente en varones (mayores) que en mujeres, en algunos niños con enfermedades obstructivas (adenoides y amígdalas grandes). También está asociada a ciertos hábitos y condiciones como el sobrepeso y la edad”.

En el trabajo de 2010, “Prevalencia de riesgo de apnea obstructiva del sueño en población adulta chilena”, de Carrillo, Vargas, Cisternas y Olivares-Tirado, se confirma esta tendencia y se indica que los hombres con la mayor prevalencia de alto riesgo de apnea obstructiva del sueño provenía de 7 de las 15 Regiones de Chile: Araucanía (24%), Aysén (21,3%), Coquimbo (18%), Maule (17,8%), Bío Bío (17%), Arica (16,2%) y O’Higgins (15,7%). (https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73482017000400275).

“Ocurre en la vida adulta, pero es más frecuente en niños y en adultos y adultos mayores”, precisó la académica de la Facultad de Ciencias de la Salud. Las personas que deben consultar ante esta situación, pueden acudir a un equipo de trabajo de medicina del sueño, que está compuesto por odontólogos, médicos otorrinos, neurólogos, y fonoaudiólogos.

EFECTOS
La docente de la Escuela de Fonoaudiología de la UTalca, detalló que la poca oxigenación del cuerpo por esta condición, puede generar en los niños, poca concentración, dificultades en el estado de ánimo, mala calidad del sueño, con múltiples despertares nocturnos, sueño inquieto, “bajo rendimiento académico e incluso puede afectar el crecimiento, pues los niños durante la noche liberan la hormona responsable del crecimiento”.

En los adultos -dijo la especialista- “se asocia a mayor riesgo de infarto, dificultades para controlar el metabolismo, la glicemia en pacientes con diabetes, baja en el rendimiento laboral y con mayor riesgo de producir accidentes por falta de atención”.

En ambos casos, agregó San Martín, “hay somnolencia diurna, es decir, son personas que no tienen un sueño reparador, despiertan cansadas y están constantemente con poca energía”.