Mes del Corazón: Cuáles son las enfermedades más comunes en Chile y sus consecuencias

12 AGOSTO 2024.- Las enfermedades cardiovasculares permanecen como la principal causa de muerte en nuestro país y en el mundo, especialmente del ataque cerebrovascular (ACV) con un 30 % y del infarto agudo al miocardio (IAM) con un 29 %.

El estilo de vida poco saludable es la principal causa de las altas cifras de personas fallecidas por dolencias al corazón. El académico de la Facultad de Ciencias de la Salud, Marcelo Alarcón Lozano, se refirió a este tema, en el mes de este órgano.

Según detalló, las Enfermedades Cardiovasculares (ECV), permanecen como la principal causa de muerte en nuestro país y en el mundo, específicamente -dijo- del Ataque Cerebrovascular (ACV) con un 30% y del Infarto Agudo al Miocardio (IAM) con un 29%.

¿Qué las provoca? Una dieta poco saludable, dijo el también investigador del Centro de Investigación en Trombosis y Envejecimiento Saludable (Cites), “alta en grasas saturadas, ya que aumenta el colesterol LDL, contribuyendo a la formación de placas en las arterias; alta en sodio, que puede elevar la presión arterial; baja en frutas, verduras y fibra, lo que aumenta el riesgo de obesidad y de acumulación de colesterol”.

El sedentarismo es otra de las causas. El profesor Alarcón explicó que la falta de actividad física regular puede llevar al sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes, todos factores de riesgo para las ECV. “Lo mismo el tabaquismo, que daña las arterias, reduce el oxígeno en la sangre y aumenta la presión arterial, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares”, agregó.

También el consumo excesivo de alcohol “aumenta la presión arterial, causa insuficiencia cardíaca y elevar los niveles de triglicéridos, aumentando el riesgo de estas enfermedades”.

El estrés crónico y la obesidad son otros factores de riesgo. Alarcón dijo al respecto que “el estrés prolongado puede llevar a hipertensión, y si se combina con otros factores como una mala alimentación y falta de ejercicio, incrementa significativamente el riesgo; y la obesidad, especialmente la acumulación de grasa abdominal, está relacionada con un mayor riesgo de hipertensión, colesterol alto y diabetes tipo 2”.

Y hay más. El sueño insuficiente o tener un sueño de mala calidad puede contribuir a la hipertensión, obesidad y diabetes.

El único camino para evitar estas dolencias “es el estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular, evitar el tabaco y el alcohol, manejar el estrés y mantener un peso saludable”.

ENVEJECIMIENTO
Marcelo Alarcón detalló que las ECV tienen un impacto importante en el proceso de envejecimiento, acelerándolo de varias maneras.

“La hipertensión y la aterosclerosis, generan un mayor estrés oxidativo en el cuerpo, lo que daña las células y acelera el envejecimiento celular. Esto puede llevar a un deterioro más rápido de los tejidos y órganos”, precisó el académico.

DAÑO EN EL ADN
“Las ECV a menudo resultan en una disminución del flujo sanguíneo a los órganos y tejidos, lo que puede reducir la disponibilidad de oxígeno y nutrientes esenciales. Esto puede acelerar el envejecimiento de órganos vitales como el cerebro, los riñones y el corazón. Por otra parte, están asociadas a niveles elevados de inflamación crónica, lo que contribuye al envejecimiento acelerado. La inflamación prolongada puede dañar el ADN, las proteínas y las células, llevando a un envejecimiento más rápido”, dijo.

¿Cómo sucede aquello? El profesor Alarcón explicó que “el estrés crónico y la inflamación causados por las ECV pueden acortar los telómeros, estructuras protectoras en los extremos de los cromosomas, lo que está directamente relacionada con el envejecimiento celular”.

FRAGILIDAD
Aunque parezca obvio, también hay que recordar que estas enfermedades pueden llevar a una reducción en la capacidad física, limitando la movilidad y la capacidad de realizar ejercicio. Esto puede contribuir a la pérdida de masa muscular (sarcopenia) y a un envejecimiento acelerado.

Por otra parte, pueden impactar la salud mental, llevando a depresión, ansiedad y una disminución en la calidad de vida. “Estos factores pueden acelerar el envejecimiento al afectar tanto la salud física como la emocional.

Al mismo tiempo las personas con ECV son más vulnerables a otras enfermedades crónicas, lo que puede acelerar el proceso de envejecimiento. La capacidad del cuerpo para recuperarse de enfermedades se reduce, aumentando el riesgo de complicaciones y mortalidad”.

“En conjunto, las enfermedades cardiovasculares no solo afectan la longevidad, sino que también impactan la calidad de vida al acelerar el proceso de envejecimiento en múltiples niveles”, puntualizó el docente.