“Olas de calor y salud” es el nombre del primer webinar realizado este año por el Departamento de Salud Pública de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS) de la UTalca, ocasión en que la académica María Elisa Quinteros, analizó los efectos negativos en las personas de las altas temperaturas que enfrentan nuestro país y el mundo en general.

“Las olas de calor generan aumento de la mortalidad, provocan alza de enfermedades por calor, de problemas respiratorios, de enfermedades provocadas por vectores a través del agua estancada o generadas por mosquitos. Además producen problemas en la producción de alimentos”, explicó la docente de la FCS.

Quinteros agregó que además éstas afectan la salud mental y/o provocan ecoansiedad (incertidumbre y miedo por lo que depara el presente y el futuro en este ámbito).

“Una ola de calor es un evento en que, durante varios días consecutivos, se supera un umbral de calor o temperatura por sobre lo habitual”, detalló.

El lugar geográfico es importante, dijo la académica, “porque una ola de calor en Talca puede alcanzar los 38 grados, pero en el sur de Chile puede considerarse al alcanzar los 35 grados”, agregando que en nuestra capital regional, la tendencia al alza se observa a partir del año 2000.

“El cuerpo se adapta al medio ambiente, pero llega un punto en que los efectos en la salud se disparan, notándose deterioro físico y cognitivo, así como empeoramiento de enfermedades psiquiátricas o problemas de salud en los/las lactantes y adultos mayores”.

Sin embargo, precisó Quinteros, también se debe considerar como factores de riesgo el nivel de vulnerabilidad, que va a depender de la realidad y condiciones de cada individuo, como el nivel de ingresos, calidad de la vivienda, estado de salud o estado físico.

A nivel comunitario los efectos en la salud de las personas van a depender del acceso (fácil o difícil) a los sistemas de salud, del diseño urbano del lugar en que habita o trabaja (más árboles o menos árboles), el nivel de ingresos del mismo o si los edificios públicos –por ejemplo- tienen aire acondicionado”.

Agregó que los efectos directos en la salud son los golpes de calor, la exacerbación de enfermedades preexistentes –como la hipertensión- o problemas de salud mental.

Al mismo tiempo –dijo la académica- tenemos efectos indirectos, como aumento de enfermedades transmisibles o impacto en los servicios de salud por sobrecarga. “Este último se relaciona con cambios en el comportamiento: por ejemplo, cuando una persona se descompensa por el calor cuando va manejando y provoca un accidente”, precisó Quinteros.

La docente reiteró que las personas más afectadas durante las olas de calor pueden ser las embarazadas, enfermos crónicos, trabajadores al aire libre, gente en situación de calle o atletas.

ADAPTARSE
Sobre la prevención de estos episodios, señaló que es tarde para mitigar, ya que las medidas han sido lentas y solo queda adaptarse. “EE.UU. es el mayor emisor de gases y se retiró del acuerdo ambiental de París y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por ejemplo”.

Sin embargo, recalco que la creación de más áreas verdes es una buena idea. “Los árboles reducen la temperatura a 27°, mientras que el pavimento lo aumenta a 44°. Plantar árboles, enverdecer nuestros barrios, es una buena medida comunitaria. Por otro lado, se necesita tejer colaboración intersectorial urgente para la adaptación al cambio climático”.

RECOMENDACIONES
Para enfrentar el día a día, la académica de la UTalca recomendó ventilar las casas durante la noche y cerrar ventanas y puertas a la hora de más calor; usar menos aparatos eléctricos y no usar el aire acondicionado en temperaturas demasiado frías. Al mismo tiempo, no salir en horas de mayor temperatura o procurar estar a la sombra, permanecer dos a tres horas en lugares frescos y mantenerse informados sobre alertas de canales oficiales.

SÍNTOMAS
Si siente mareos, debilidad, ansiedad, sed intensa, dolor de cabeza intenso, dolor muscular o confusión, pida ayuda y acuda a un centro de salud.