Días mundiales del Agua y del Clima llaman a reflexionar sobre calentamiento global y contaminación

21 MARZO 2024.- La salud física y mental está siendo afectada por problemas relacionados al cambio climático y la emisión de gases. Académica de Ciencias de la Salud detalla que las acciones de mitigación deben provenir de los Estados, tendientes principalmente al uso de energías limpias.

 

Las efemérides de estas dos últimas semanas de marzo nos recuerdan que estamos al debe con el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente. El Día Internacional de los Bosques (21/03), del Agua (22/03), de la Meteorología (23/03) y el Día Mundial del Clima (26/03) nos invitan a reflexionar y a realizar acciones concretas que apoyen a la biodiversidad y reduzcan la contaminación.

La académica del Departamento de Salud Pública de la UTalca, María Elisa Quinteros Cáceres, explicó que la exposición a la naturaleza y medio ambiente otorgan beneficios a la salud humana. Por el contrario, si se trata de una exposición negativa, será perjudicial. “Pasa, por ejemplo, por la contaminación del aire, del agua, del suelo, o los diseños de las ciudades, cuántos espacios verdes tienen estas últimas. Todo esto tiene influencia en nuestros hábitos y comportamiento, cómo nos movemos por la ciudad o el tipo de alimentos que tenemos disponible. Todo en nosotros tiene que ver con el medio ambiente en el que estemos inmersos”, explicó.

Si estamos expuestos a cosas negativas –precisó- los efectos serán nocivos: el tráfico, el ruido o los contaminantes en general. “Eso produce patrones comunes de respuesta biológica, como estrés oxidativo e inflamación sistémica, que puede generar modificaciones a nivel molecular, lo que aumenta el riesgo de sufrir ciertas patologías como hipertensión, cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares… Y a nivel de salud mental, aumenta el riesgo de demencia y de depresión, ansiedad y angustia”, detalló la académica.

Todas estas dolencias afectan a los sistemas de salud de los países, dijo, “en términos de la utilización y costos para el Estado”.

Consultada al respecto, señaló que las acciones contra el cambio climático deben dictarse y realizarse mediante políticas públicas de los países, más que esperar acciones individuales. “Se trata de una crisis antropogénica, provocada mayormente por la quema de combustibles fósiles, que aumentan los gases de efecto invernadero que son liberados a la atmósfera. Lo que se espera llegar a la carbono neutralidad en algunos años, por lo tanto las acciones deben partir de las autoridades y parlamentarios, para que legislen el uso de una matriz energética limpia”.

FALTA DE AGUA Y CALOR EXTREMO
Otra de las crisis ambientales que afectan al planeta es la falta de agua. Quinteros explicó que evidentemente el ser humano no puede vivir sin este elemento, pues el cuerpo está compuesto en sus 2/3 de peso por agua. “La deshidratación puede afectar especialmente a los más vulnerables: tercera edad, enfermos crónicos, niños y lactantes… los síntomas van desde sentir cansancio y mareos; y si se agrava, provoca confusión, desmayo, aumento frecuencia respiratoria y cardiaca, e incluso puede llevar a la muerte… Por lo tanto, a largo plazo, si las olas de calor extremo se hacen más frecuentes y duraderas, podríamos sufrir confusión, dolor de cabeza, desmayo y convulsiones; así como insuficiencia cardiaca e impacto en la salud mental”.

Esto último es uno de los efectos directos que tiene el cambio climático en la salud humana. La académica de la Facultad de Ciencias de la Salud UTalca, explicó que el impacto del cambio climático y el calentamiento global en las condiciones del tiempo pueden provocar aumento de alérgenos y asma, enfermedades cardiovasculares u otras transmitidas por vectores, como los mosquitos; empeoramiento de la calidad del agua por el alza del nivel de mar, cólera, enfermedades diarreicas y desnutrición, entre otras.

¿Podremos adaptarnos? ¿Cómo?
“Hay algunas medidas que están en el Plan Nacional de Mitigación frente al cambio climático, que incluye algunas acciones en el sector energía, transporte, agricultura, residuos, en la huella de carbono y para la utilización de energías limpias. Por otra parte, en el sector salud, se están aplicando algunas de estas acciones para que tener un sistema sanitario resiliente frente a los efectos de esta crisis climática. El último informe al respecto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), propone tres estrategias: Acciones para reducir las emisiones de carbono y mejorar la salud, Construir sistemas de salud altamente sostenibles e Implementar medidas de salud pública para protegerse de los riesgos climáticos para la salud”.